"Too bad the things that make you mad
are my favorite things!!"
are my favorite things!!"
Momento cúspide de quizás el evento musical más importante del año.
Las condiciones atentaban para que así fuera, pues se trataba de una banda que durante años habia jugueteado con los rumores de supuestas venidas a nuestro país. Tanto fue el jugueteo que incluso llego a confirmarse una fecha, y no solo eso sino que ademas se pusieron a la venta las entradas para el magno evento, sin embargo una fuerza de dudosa procedencia atento y dijo "No, aun no".
Entonces que paso? Mike se cagó el brazo y el concierto se pospuso "indefinidamente". Luego ese "indefinidamente" tomo una fecha: 9 de Octubre del 2007.
Y ahí la gente se enyegüeció... SI! Venian! Faltaba más que la cresta, pero venian!
Qué paso entonces? Las entradas se esfumaron! Faltaban meses aun, y no quedaba ni una misera entrada.
Entonces ellos dijeron: "oigan weoncitos, si agregamos otra fecha en Chile durante la gira, ¿Son capaces de agotar las entradas de nuevo?"
Y la respuesta fue un rotundo y desesperado "SI!". PAF!
Incubus se presentaria por partida doble: 8 y 9 de Octubre del 2007.
Para no creerlo...
Los años de espera se transformaron en horas, y la ansiedad crecía como espuma.
Durante toda la espera yo trate de abstraerme del acontecimiento, solo me preocupe de mantener las entradas bien guardadas para que no se fueran a perder (nunca se sabe :B) y trate de no pensar cuanto faltaba, no obstante cuando el margen de tiempo empezo a llegar a su limite fue inevitable sentir esa euforia reprimida.
Y de pronto... mañana del 8 de Octubre! Horas solo horas. Horas que se vivieron integramente en las afueras de la Arena Santiago, junto a MUCHOS otros Incubianos que esperaban desde muy temprano lo que se venia. El cálido sol nos ayudaba a pasar la mañana y la buena onda del grupo que se formó facilito el paso del tiempo. Horas, solo horas.
Ya entrada la tarde aparecerian en escena Diego y mi amada, quienes tambien esperaban con muchas ganas el concierto.
Y quien lo diria, la entrada al recinto ya era un hecho y de no haber sido por un GRAN problema del sistema de seguridad del lugar, en cual casi atentan contra lo más importante de mi vida, hubiera sido perfecto. Pero bueno, ya esta y el problema no paso a mayores.
Ya estabamos dentro, ahora solo quedaban 2 horas y tanto, las más largas 2 horas.
El teloneo de Pedro Frugone y sus chicas fue bastante olvidable, pero por lo menos sirvió para que el tiempo pasara.
Arriba del escenario ya se veia a los roadies de la banda, y de fondo musical teniamos desde los Foo hasta Deftones, y asi el reloj siguio avanzando, y avanzó y avanzó...
Las luces cayeron y el reloj se detuvo... fin de la espera.
Por fin llegamos al momento! Estación terminal Incubus!
Aparecen en escena los 5 encargados de la velada. Una mezcla de euforia y tensión se posó sobre todos los asistentes y entre las sombras empieza a sonar Quicksand.
Como para mantener el impetu contenido por unos segundos... como para pellizcarte y decirte "Hey! Si, estamos acá, y prepárate porque se viene la masa".
Y claro que lo sabiamos, porque la calma de Quicksand implica la inmediata furia de A Kiss to Send Us Off. Y quedo la grande! Todos vueltos locos, era cierto... estaban acá!
Luego todos afinaron sus gargantas para el himno mediatico de la banda, Wish You Were Here, que además de sonar majestuosamente, se convirtió uno de los momentos fuertes de la noche cuando en el último coro de la canción Boyd levantó el microfono dejando cantar a todos los asistentes.
Despues vendria la archiconocida y bien cantada Anna Molly, para luego darnos un deleite musical con una interpretación espectacular de Pistola.
Las revoluciones estaban a mil, y seguian subiendo con las poderosisimas Vitamin y Blood on the Ground... Notable.
Cuando creia que nos iban a terminar de rematar, vino la calma. Un giro total e inesperado con una versión muy suave (demasiado quizás) de Redefine. El cambio exacto para desplegar dos tremendos hits de la banda: Are You In? y Drive. Todo el mundo cantó.
A esa altura las 12 mil almas de la Arena Santiago yacian rendidas ante ellos, embelesados por lo demostrado y ansiosos por más.
Asi llego la potencia de Megalomaniac, uno de mis temas preferidos y uno de los momentos más potentes y memorables de la noche. Y luego? Gran sorpresa, una versión increible de Sick Sad Little World que se extendió por casi 10 minutos.
La montaña rusa de emociones no paro, pues los latidos bajaron su ritmo para oir la envolvente Oil & Water, y luego volvieron a lo mas alto para gritar lo mas fuerte posible otro megahit de la banda: Nice to Know You.
Y que paso ahi? Se fueron! Dejaron el escenario! No podia ser, debia haber algo más aun. Los chiflidos no tardaron en llegar, los chiflidos más largos y agudos que he escuchado en mi vida. Lo ameritaba, queriamos más!
No pasaron ni un par de minutos, e Incubus volvia tomar sus instrumentos, Boyd se deshizo de su polera y la guitarra de Mike empezo con los acordes del momento más increible de la noche según mi opinión. La afición se rendia a los sonidos de Favorite Things. Que manera decantar gritar esa canción! Increible! Nunca la espere, y la disfrute tanto!
Y como si fuera poco, inmediatamente después.. Clean. Una sobredosis de poder, actitud y talento. Say what you will, Say what you mean!!
Ya me daba por satisfecho, pero Incubus decidió que faltaba algo más, y asi fué. La guinda de la torta tenia nombre: Aquaeus Transmission. Un cierre melodioso y lleno de mística para una noche que tuvo de todo.
Una noche que sera recordada, y que se encarama como uno de los mejores conciertos en mucho tiempo, porque los años de espera lo ameritaban, porque sus canciones son himnos, porque tienen una trayectoria impresionante, una despliegue escenico que hipnotiza... y simplemente porque Incubus es de verdad.
Entonces ellos dijeron: "oigan weoncitos, si agregamos otra fecha en Chile durante la gira, ¿Son capaces de agotar las entradas de nuevo?"
Y la respuesta fue un rotundo y desesperado "SI!". PAF!
Incubus se presentaria por partida doble: 8 y 9 de Octubre del 2007.
Para no creerlo...
Los años de espera se transformaron en horas, y la ansiedad crecía como espuma.
Durante toda la espera yo trate de abstraerme del acontecimiento, solo me preocupe de mantener las entradas bien guardadas para que no se fueran a perder (nunca se sabe :B) y trate de no pensar cuanto faltaba, no obstante cuando el margen de tiempo empezo a llegar a su limite fue inevitable sentir esa euforia reprimida.
Y de pronto... mañana del 8 de Octubre! Horas solo horas. Horas que se vivieron integramente en las afueras de la Arena Santiago, junto a MUCHOS otros Incubianos que esperaban desde muy temprano lo que se venia. El cálido sol nos ayudaba a pasar la mañana y la buena onda del grupo que se formó facilito el paso del tiempo. Horas, solo horas.
Ya entrada la tarde aparecerian en escena Diego y mi amada, quienes tambien esperaban con muchas ganas el concierto.
Y quien lo diria, la entrada al recinto ya era un hecho y de no haber sido por un GRAN problema del sistema de seguridad del lugar, en cual casi atentan contra lo más importante de mi vida, hubiera sido perfecto. Pero bueno, ya esta y el problema no paso a mayores.
Ya estabamos dentro, ahora solo quedaban 2 horas y tanto, las más largas 2 horas.
El teloneo de Pedro Frugone y sus chicas fue bastante olvidable, pero por lo menos sirvió para que el tiempo pasara.
Arriba del escenario ya se veia a los roadies de la banda, y de fondo musical teniamos desde los Foo hasta Deftones, y asi el reloj siguio avanzando, y avanzó y avanzó...
Las luces cayeron y el reloj se detuvo... fin de la espera.
Por fin llegamos al momento! Estación terminal Incubus!
Aparecen en escena los 5 encargados de la velada. Una mezcla de euforia y tensión se posó sobre todos los asistentes y entre las sombras empieza a sonar Quicksand.
Como para mantener el impetu contenido por unos segundos... como para pellizcarte y decirte "Hey! Si, estamos acá, y prepárate porque se viene la masa".
Y claro que lo sabiamos, porque la calma de Quicksand implica la inmediata furia de A Kiss to Send Us Off. Y quedo la grande! Todos vueltos locos, era cierto... estaban acá!
Luego todos afinaron sus gargantas para el himno mediatico de la banda, Wish You Were Here, que además de sonar majestuosamente, se convirtió uno de los momentos fuertes de la noche cuando en el último coro de la canción Boyd levantó el microfono dejando cantar a todos los asistentes.
Despues vendria la archiconocida y bien cantada Anna Molly, para luego darnos un deleite musical con una interpretación espectacular de Pistola.
Las revoluciones estaban a mil, y seguian subiendo con las poderosisimas Vitamin y Blood on the Ground... Notable.
Cuando creia que nos iban a terminar de rematar, vino la calma. Un giro total e inesperado con una versión muy suave (demasiado quizás) de Redefine. El cambio exacto para desplegar dos tremendos hits de la banda: Are You In? y Drive. Todo el mundo cantó.
A esa altura las 12 mil almas de la Arena Santiago yacian rendidas ante ellos, embelesados por lo demostrado y ansiosos por más.
Asi llego la potencia de Megalomaniac, uno de mis temas preferidos y uno de los momentos más potentes y memorables de la noche. Y luego? Gran sorpresa, una versión increible de Sick Sad Little World que se extendió por casi 10 minutos.
La montaña rusa de emociones no paro, pues los latidos bajaron su ritmo para oir la envolvente Oil & Water, y luego volvieron a lo mas alto para gritar lo mas fuerte posible otro megahit de la banda: Nice to Know You.
Y que paso ahi? Se fueron! Dejaron el escenario! No podia ser, debia haber algo más aun. Los chiflidos no tardaron en llegar, los chiflidos más largos y agudos que he escuchado en mi vida. Lo ameritaba, queriamos más!
No pasaron ni un par de minutos, e Incubus volvia tomar sus instrumentos, Boyd se deshizo de su polera y la guitarra de Mike empezo con los acordes del momento más increible de la noche según mi opinión. La afición se rendia a los sonidos de Favorite Things. Que manera de
Y como si fuera poco, inmediatamente después.. Clean. Una sobredosis de poder, actitud y talento. Say what you will, Say what you mean!!
Ya me daba por satisfecho, pero Incubus decidió que faltaba algo más, y asi fué. La guinda de la torta tenia nombre: Aquaeus Transmission. Un cierre melodioso y lleno de mística para una noche que tuvo de todo.
Una noche que sera recordada, y que se encarama como uno de los mejores conciertos en mucho tiempo, porque los años de espera lo ameritaban, porque sus canciones son himnos, porque tienen una trayectoria impresionante, una despliegue escenico que hipnotiza... y simplemente porque Incubus es de verdad.
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